9 de noviembre de 2010

telarañas cuelgan de las piernas desnudas

Durante tanto tiempo espere que me soñaras, que ahora el cuarto se ha caído por la ventana, y mi padre, dormido o muerto, suspira en sueños. La ciudad desvalida nos esta matando con ella, pequeño patíbulo del infierno en llamas. La muerte esta tan cerca. La muerte es asco.
Mientras tanto ella se masturba con desconocidos en el sofá. Con las uñas violetas y el coño triste. Ya no recuerdo el olor de su polla. La odio y extraño a partes iguales