30 de agosto de 2011

Veranos de infarto (montañas peludas, paisajes porno...)


Otoño ya mismo está aquí, es plácido. Es como estar en casa después de una larga temporada, el año pasado parece ahora tan lejano, y me gusta, porque ahora estamos resucitando. Este ha sido un verano de infarto, de catarsis, noches de sabor amargo (literalmente) y lambruscos a medio terminar. Noches extrañas, con las piernas temblando, y las pieles, sobreexcitadas, frotándose, creando chispas. Noches de pupilas electrónicas y de autoestopistas sin control. Noches, en definitiva que tardaremos en olvidar, porque a punta de pistola se nos ha hecho sentir a corazón abierto.

20 de agosto de 2011

Todos quieren tocarme


Duro y mas duro - Deneuve


Cuando era pequeña deseaba con todas mis fuerzas que alguien me quisiera, a los 22 me he convertido en una gata esquiva, en una perra, que solo quiere ser pájaro, terciopelo. ¿Cuándo empezó a cansarme el amor? Y lo más importante, ¿dónde está la frontera? Porque si amaramos intensamente siempre acabaríamos volviéndonos todos locos, seguramente no lo soportaríamos.

(Cuántas noches necesito para calmarme). Porque quien se ha parado a conocer a alguien realmente, saber cómo piensa, saber cómo siente. La cuestión está en encontrar una persona lo más parecida posible a uno, o no, estratosféricamente hablando, y aplacar así la tristeza universal. Y convertirnos en seres superiores, en extraterrestres o dinosaurios, y enloquecernos con colores vivos. Y esta noche llueven nubes enteras y peces, porque nosotros lo preferimos así, y somos tan importantes, cronológicamente felices, tan rebeldes y aburridos.

¿De verdad quieres hacerlo?, me preguntaba, y yo asentía. Era de noche y él estaba en el asiento trasero del coche, preparando un trocito de cielo para mí, oscurecido, mientras yo le miraba desde el asiento delantero.
Sientes el mundo tan cerca de ti.

¿En qué momento nos alejamos de la tierra? ¿Cuándo dejamos de pertenecerle?

10 de agosto de 2011

Hoy me rompí estrepitosamente


Hay días en los que las cosas de la calle me emocionan tremendamente. Sin embargo, una señora no piensa igual y empotra el paragolpes de su coche contra mis piernas.

2 de agosto de 2011

En realidad soy una groupie

Me da asco el olor a flores, desde que D murió no lo soporto, porque él y todos nos estábamos pudriendo en aquella habitación llena de flores. Si me mandas un ramo te vomito encima, cabron. Y si me das un beso, hare lo posible para que te enamores de mi cara angelical para luego darte esquinazo. Estoy perdiendo el tiempo. El fin del mundo debe ser una isla. Esta isla.
Es todo lo que nos queda, vasos rotos y los sueños que se quedaron en la entrepierna, escondidos a propósito. Tener un cuerpo joven y caliente al otro lado de la cama.
La ciudad me asusta, me asusta la gente, porque soy triste, soy rara.