30 de agosto de 2011

Veranos de infarto (montañas peludas, paisajes porno...)


Otoño ya mismo está aquí, es plácido. Es como estar en casa después de una larga temporada, el año pasado parece ahora tan lejano, y me gusta, porque ahora estamos resucitando. Este ha sido un verano de infarto, de catarsis, noches de sabor amargo (literalmente) y lambruscos a medio terminar. Noches extrañas, con las piernas temblando, y las pieles, sobreexcitadas, frotándose, creando chispas. Noches de pupilas electrónicas y de autoestopistas sin control. Noches, en definitiva que tardaremos en olvidar, porque a punta de pistola se nos ha hecho sentir a corazón abierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario