2 de agosto de 2011

En realidad soy una groupie

Me da asco el olor a flores, desde que D murió no lo soporto, porque él y todos nos estábamos pudriendo en aquella habitación llena de flores. Si me mandas un ramo te vomito encima, cabron. Y si me das un beso, hare lo posible para que te enamores de mi cara angelical para luego darte esquinazo. Estoy perdiendo el tiempo. El fin del mundo debe ser una isla. Esta isla.
Es todo lo que nos queda, vasos rotos y los sueños que se quedaron en la entrepierna, escondidos a propósito. Tener un cuerpo joven y caliente al otro lado de la cama.
La ciudad me asusta, me asusta la gente, porque soy triste, soy rara.

4 comentarios:

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  2. "Y los sueños se quedaron en la entrepierna". Tan genial que ansío plagiarlo.

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  3. sabes? yo huí de la metropolis hará ya casi dos años... sigo siendo raro, pero ahora vivo en el pueblo en el que primero sale el sol en todo el estado español, que en mi caso no es el fin, sinó el principio del mundo. en Esta isla, a seis metros del mar

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