11 de diciembre de 2014

todos los días pasado



Esta mañana me desperté recitando versos que eran mentira, una invención más de la mente enferma del soñador. Todo podría haber salido bien. Pero no fue así. Se convirtió en un Totalitarismo de amor, un cáncer. Y volví a lloverme un fin de semana y otro no
Ya sé lo que haré. Te escribiré en un idioma indescifrable, indígena, mitad náhuatl mitad coreano. Nadie lo descifrará jamás, y tu tampoco por supuesto. Nadie me descodificará así y es lo que quiero
Ĝin aŭdas.. Sed servos de iu? Vin ĝin krios al la multekosta, vin ĝin kraĉos. Perdon. Perdon

3 de noviembre de 2012


Dinamos encendidas entre las piernas,
y tú, perdido en el cosmos florecido dentro del coño kilométrico de una puta

14 de agosto de 2012


De tu ventana a la mía hay un barco. Hay peajes transatlánticos que nos llevarán a Tulsa, Oklahoma, y después a Silver City, en Nuevo Mexico, donde los miedos son de chocolate seguramente. Vamos a cruzar todos los desiertos con una enfermedad en el bolsillo, una sola, y así aprenderé a tocar mi harmónica y puede que no desafine tanto en sueños. Pero qué más da, si lo que más jode es que nos duele el cielo hoy.
(Me ardía el corazón por lo que acababa de hacer) Creo que estoy perdiendo el norte. A veces pienso como la haría una mujer peligrosa. Y si lo fuera estaría orgullosa de mi tristeza porque sería real.
Soy un fraude... pero cómo evitarlo, si me pones los ovarios incandescentes. 

12 de abril de 2012

A veces me gustaría vivir como una ermitaña
o una funambulista

21 de marzo de 2012


Mientras leía a Kerouac solo podía pensar que éramos invencibles, inmortales, de colores por dentro, que estábamos destinados a algo grande. Somos obstinados, irreverentes. Me gustaría salir huyendo contigo, y cruzar América en un viejo cadillac en llamas, como Sal y Dean. Me gustaría que las estrellas ardieran y se derritieran como queso fundido, que me cauterizaras el alma, pero sólo podemos soñar arriba.
Quiero la luna en mi almohada, que me acaricies el cerebro, y los sueños…
Pero yo quiero ser libre, y tú una desconsolada interrogación.

5 de enero de 2012

Cuando los viejos de la calle te dicen que sonrías

Cuando era pequeña mantuve correspondencia aérea con una chica. Se llamaba A y en mi mente de niña supongo que se tornaría algo así como un ser especial, entre medias entre este mundo y cualquier otro. Después de al menos 10 años la he vuelto a encontrar, y he vuelto a creer en las personas, porque al fin y al cabo todos tenemos la barriga llena de peces o de sabanas, escondidos para los días azules.

Pero sin embargo hay días que tengo la necesidad de salirme, de olvidarme. No me gusta quejarme con público. Odio ese tipo de persona que se queja por todo, por el frio, el sol, la primavera o los unicornios. No intento justificarme, es de ser desagradecida que te quiera recordar perfecto, devorarte con anzuelos o tirarte por la borda.

Cómo reconstruir todos esos veranos. Cómo recordar todas esas noches, todas las tardes somnolientas, cuando te tumbabas en el césped y mirabas las nubes de terciopelo, las telarañas en el cielo y los pájaros, traviesos alados, en bandadas, escapando del toque de queda. Porque eran veranos en la frontera…

1 de noviembre de 2011

Manifiesto de mi Hoy



Las horas que pasamos tumbados, descubriendo nuestra forma más original, la que llevamos dentro, no fueron más que anécdotas de quinceañeros.

¿Qué es lo que hace a las personas suplicar, salvajes, cuando están en la cama, con alguien sorbiéndoles la vida por la boca? Qué es lo que nos hace sentirnos tímidos, si ya todas las verdades están en cueros.
Hace días que me siento perdida, días en los que siento que las personas más que de piel están hechas de estropajo viejo, días que he querido probarme la sangre con un estilete. Voy a intentar hacer que no me importas, en realidad es como si no existieras, voy a pensar que las estrellas fugaces son unas rameras en el cielo, que está lleno de telarañas imaginarias y que por el día llueve en verde.

Voy a hacer como si nada hubiera pasado, que simplemente tengo nostalgia de mi. Al fin y al cabo somos como pequeñas sanguijuelas que han ambiciado demasiado.

30 de agosto de 2011

Veranos de infarto (montañas peludas, paisajes porno...)


Otoño ya mismo está aquí, es plácido. Es como estar en casa después de una larga temporada, el año pasado parece ahora tan lejano, y me gusta, porque ahora estamos resucitando. Este ha sido un verano de infarto, de catarsis, noches de sabor amargo (literalmente) y lambruscos a medio terminar. Noches extrañas, con las piernas temblando, y las pieles, sobreexcitadas, frotándose, creando chispas. Noches de pupilas electrónicas y de autoestopistas sin control. Noches, en definitiva que tardaremos en olvidar, porque a punta de pistola se nos ha hecho sentir a corazón abierto.

20 de agosto de 2011

Todos quieren tocarme


Duro y mas duro - Deneuve


Cuando era pequeña deseaba con todas mis fuerzas que alguien me quisiera, a los 22 me he convertido en una gata esquiva, en una perra, que solo quiere ser pájaro, terciopelo. ¿Cuándo empezó a cansarme el amor? Y lo más importante, ¿dónde está la frontera? Porque si amaramos intensamente siempre acabaríamos volviéndonos todos locos, seguramente no lo soportaríamos.

(Cuántas noches necesito para calmarme). Porque quien se ha parado a conocer a alguien realmente, saber cómo piensa, saber cómo siente. La cuestión está en encontrar una persona lo más parecida posible a uno, o no, estratosféricamente hablando, y aplacar así la tristeza universal. Y convertirnos en seres superiores, en extraterrestres o dinosaurios, y enloquecernos con colores vivos. Y esta noche llueven nubes enteras y peces, porque nosotros lo preferimos así, y somos tan importantes, cronológicamente felices, tan rebeldes y aburridos.

¿De verdad quieres hacerlo?, me preguntaba, y yo asentía. Era de noche y él estaba en el asiento trasero del coche, preparando un trocito de cielo para mí, oscurecido, mientras yo le miraba desde el asiento delantero.
Sientes el mundo tan cerca de ti.

¿En qué momento nos alejamos de la tierra? ¿Cuándo dejamos de pertenecerle?

10 de agosto de 2011

Hoy me rompí estrepitosamente


Hay días en los que las cosas de la calle me emocionan tremendamente. Sin embargo, una señora no piensa igual y empotra el paragolpes de su coche contra mis piernas.